
Actualizado el 15 de noviembre de 2020
Nombre botánico: Cichorium intybus
Signatura: De la familia de las margaritas (Asteraceae), es una planta medicinal conocida desde antiguo en Europa. Crece al lado de los caminos de forma silvestre. La floración, entre julio y septiembre, da lugar a inflorescencias de color azul lavanda más o menos intenso, sostenidas por un pedúnculo largo, rígido y estriado longitudinalmente; la flor tiene la particularidad de no abrirse más que a pleno sol, y seguir la trayectoria de éste al igual que los girasoles. El color azul profundo de sus flores, se diluye con la lluvia: las emociones (agua) hacen desaparecer el color azul (tranquilidad, calma, equilibrio). El tallo, hueco en su interior, habla del vacío existencial que sienten internamente quienes resuenan con la energía de esta esencia. Las hojas, que nos hablan de como nos relacionamos, son numerosas en la base y escasas según se asciende por el tallo pegajoso (la adherencia nos habla de los apegos), sugieren que las relaciones van disminuyendo con el paso del tiempo, llegando prácticamente a desaparecer, lo que habla de soledad (nido vacío). La raíz es profunda, lo que simboliza el arraigo, la conexión con los ancestros, la familia, los propios orígenes. El fruto de esta planta, que cae junto a la misma, nos habla de la madre que mantiene a sus vástagos cerca, sin permitir que se alejen de su lado.
El arquetipo del ánima, como esencia del eterno femenino en el inconsciente. Se trata del aspecto femenino, no sólo en la mujer, si no también en el hombre. El aspecto YIN, receptivo, nutricio, emotivo, maternal.
Palabras clave: Posesividad, necesidad de atención, manipulación.
“Para las personas que están muy atentas a las necesidades de los demás, tienden a cuidar excesivamente a los niños, a sus familiares, amigos, siempre encontrando algo que pueda ser rectificado. Están continuamente corrigiendo lo que consideran erróneo y disfrutan haciéndolo. Anhelan que aquellos por los cuales se preocupan permanezcan con ellos”
Dr. Edward Bach
Proporciona amor incondicional.
Es la flor más emocional del sistema Bach. El gran problema de la personalidad Chicory es su temor a no ser amado. Es la esencia floral caracterológica de las personalidades cuya pasión dominante es el orgullo, que sienten la necesidad de ayudar a los demás (eneatipo dos del eneagrama).
Para el amor posesivo, para personas que sobreprotegen a los suyos. Las personas Chicory son calurosas, generosas y llenas de vida, necesitadas de ayudar a los demás. Tienen una gran necesidad de relacionarse emocionalmente, buscan intensidad en las relaciones afectivas. Se sienten vivas y satisfechas si con su ayuda logran el bienestar de sus allegados. Son leales con sus seres queridos y no dudan en estar «a su lado», preocupándose, dando consejos y facilitándoles la vida.
Un Chicory desarmonizado empieza a no sentirse recompensado, no consigue satisfacer su carencia afectiva, y las atenciones que le brindan los demás siempre le parecen poco. A menudo recurre a la autocompasión, la queja y a la simulación de síntomas inexistentes, incluso puede llegar a enfermarse de verdad, con el fin de tener cerca a las personas objeto de su amor. Estas personas, que en condición negativa parecen amar con gran intensidad y entrega, en realidad lo que quieren es que los demás dependan de ellas, manipulando los sentimientos de los demás en su favor. También pueden llegar a ser críticos, obstinados discutidores y controladores.
«¿Así me lo pagas?… ¡Con lo que yo he hecho por ti!»… «¡si solo vivo por vosotros!»… son expresiones típicas de una persona en estado Chicory negativo.
Es la esencia para el miedo al abandono. Permite el amor en libertad, sin condiciones.

Chicory pertenece a los 12 sanadores de Bach, al grupo VII: preocupación excesiva por los demás, y se corresponde con el tipo emocional de las personas nacidas con la luna en la constelación de Escorpio.
Detrás de una personalidad de tipo Chicory hay un profundo vacío anímico, un vacío interior, y a menudo, la sensación de no ser querido por nadie. De hecho, frecuentemente, está precedida por una infancia desprovista de amor. Algunos describen este sentimiento como un agujero negro o un saco sin fondo que necesita ser llenado sin cesar, con dedicación, reconocimiento y autoconfirmación. El doctor Edward Bach comparó el estado Chicory positivo con el arquetipo de la «madre universal», el potencial maternal del alma que está latente en todo ser humano, ya sea mujer u hombre. Esta esencia floral es el remedio del amor verdadero, hace desaparecer el egoísmo y la dependencia, la autocompasión y el chantaje emocional.
Actúa sobre los centros energéticos sacral y solar (segundo y tercer centros de energía).
El doctor Bach asociaba esta esencia floral con los nacidos con la luna en Escorpio, que están muy atentos a las necesidades de los demás y tienden a cuidar excesivamente a sus familiares y amigos, siempre encontrando algo que pueda ser rectificado. Están continuamente corrigiendo lo que consideran erróneo, y disfrutan haciéndolo. Anhelan que aquellos por los cuales se preocupan, permanezcan cerca de ellos.
CUALIDADES POSITIVAS: Dar sin pedir nada a cambio. Permitir el crecimiento de los otros y el propio. Ofrecer incondicionalmente amor, seguridad, comprensión y dedicación.
PATRONES DE DESEQUILIBRIO: Apego, posesividad. Necesidad de atención. Manipulación por el bien de los seres queridos.
AFIRMACIONES: Ahora comprendo que el verdadero sentido del amor es respetar el camino y la libertad de cada uno. Soy capaz de amar sin poner condiciones.
Ir a la página de Flores de Bach

Muy bueno!!
Me gustaMe gusta