
La energía de las plantas es benéfica para el lugar que habitamos en muchos aspectos:
- Durante la fotosíntesis, que es el proceso diurno por el que los vegetales convierten el dióxido de carbono en oxigeno, las plantas liberan vapor de agua en el aire, por lo que ayudan a equilibrar la humedad del ambiente.
- Eliminan las toxinas del aire, pueden limpiar hasta un 87% de los compuestos orgánicos volátiles (COVs) cada día. Los COVs son sustancias como el formaldehído, el benceno y el tri-cloro-etileno (emitidos por fibras sintéticas, tintas y pinturas). Los edificios modernos, herméticos y con temperatura controlada retienen los COVs dentro del ambiente. Las plantas purifican el aire enviando estos contaminantes al sustrato, donde los microorganismos cercanos a la raíz convierten los COVs en alimento.
- La presencia de la naturaleza verde en espacios académicos y oficinas aumentan la capacidad de concentración y reducen las tasas de enfermedad. En salas hospitalarias, donde hay pacientes internados, la presencia de plantas mejora el estado anímico y favorece una recuperación más rápida respecto de salas que no tienen plantas.
- Los campos electromagnéticos (o CEM) rodean todos aquellos aparatos que utilizan o transportan electricidad. La exposición a estos campos distorsiona el «chi» y puede suponer una disminución del bienestar físico o emocional. Las plantas colocadas cerca de ordenadores/computadoras u otras fuentes de CEM atenúan su efecto. Las especies más eficaces para ello son: cereus peruvianus, espatifilo y cleome.
Según el Feng Shui, las plantas son verdaderos almacenes de energía y son muy útiles para equilibrar el «Chi» del hogar.
Mediante la función clorofílica, atrapan los rayos del sol (energía Yang) y los convierten en alimento para sí mismas, irrandiando esta energía al entorno.
En cualquier recinto cerrado, embellecen y refrescan el lugar, optimizan el flujo energético y ofrecen soluciones decorativas para dividir espacios y crear rincones agradables.

Las plantas simbolizan el crecimiento, la vida y la abundancia.
En la cultura china, se asocian con el elemento madera y junto con el resto de los elementos (tierra, agua, fuego y metal), nutre y equilibra el «chi» ambiental. La madera es la energía de la salud, la familia y la expansión creativa. Su orientación preferente es el Este (zona de la familia) y el Sureste (zona de la prosperidad). Estas orientaciones no son absolutas, es decir no son relativas a los puntos cardinales que puedes medir con una brújula.
En Feng Shui, el norte corresponde a la pared en la que se encuentra la puerta principal de la casa y respecto a esa posición, se determinan las demás. Sobre el plano de la casa, la zona de la prosperidad se encuentra en el angulo izquierdo, y el de la familia, en la zona central de la pared izquierda, mirando desde la entrada principal.

En la tradición china, el elemento madera, al que pertenecen las plantas, controla al elemento tierra, es consumido por el elemento fuego y nutrido por el elemento agua.