Actualizada el 19 de agosto de 2020

La rosa como símbolo representa la perfección, el logro absoluto y se identifica con el corazón (es el emblema de Venus). Es la flor sagrada de occidente (como el loto lo es en oriente), sus cinco pétalos simbolizan el número 5 que representa al ser humano y el microcosmos, por eso su equivalencia con la estrella de cinco puntas (pentagrama o pentalfa) son los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego) y la quintaesencia (eter o akasha).
Es la flor que equivale en su simbolismo al del corazón, al centro espiritual del Ser, la sede del espíritu dentro del cuerpo físico. Si el cerebro es el centro del pensamiento racional, lineal y analítico, el corazón es el centro de la conciencia espiritual, intuitiva, universal e inmediata.
Posee un simbolismo de regeneración, resurrección y revitalización. La rosa esta fuertemente asociada entre los sufíes al sentido del perfume. Cuando el corazón se abre y florece la rosa, se puede percibir su delicioso aroma. Entre los sufíes se utiliza la rosa en los ejercicios de contemplación y concentración. También se relaciona a la rosa con la figura del corazón radiante. El fuego interno es un agente purificador (como el dolor, representado por las espinas de la rosa). Y de ahí la frase I.N.R.I. de los alquimistas, que lo traducen como: Igne Natura Renovatur Integra (la naturaleza se renueva integramente mediante el fuego).
La rosa en el corazón simboliza el despertar espiritual del hombre, por purificación, y por la capacidad de percibir la propia divinidad en el centro del Ser. Una meditación muy bella es imaginar una rosa que se abre en el pecho, despertando la esencia divina que revitaliza y renueva.
Desde el punto de vista de la botánica, la rosa pertenece a la familia de las rosáceas (Rosaceae), que incluye numerosas especies de frutales (árboles y enredaderas) como son: manzano, peral, membrillo, melocotonero, ciruelo, cerezo, fresal, almendro, albaricoquero, zarzamora, frambuesa, etc. La característica común de esta familia es que sus flores tienen un tálamo (zona donde se insertan el cáliz, la corola y la parte sexual de la flor) muy desarrollado, y que generalmente, suelen tener 5 sépalos y 5 pétalos libres y en ocasiones, tallos leñosos y espinosos.
Flores de la familia Rosaceae
Dentro de los sistemas de terapias florales, encontramos varias esencias procedentes de flores de la familia de las rosáceas. En el sistema floral inglés del doctor Bach podemos encontrar:
Wild Rose, o Rosa Silvestre, que trata la apatía, la resignación, y nos devuelve el amor a la vida, nos revitaliza y nos llena de entusiasmo.
Cherry Plum o Cesarífera, que nos ayuda a integrar nuestra sombra, e ilumina nuestras zonas oscuras, esas partes de nuestra personalidad que tememos, y por ello, mantenemos reprimidas. Nos enseña a amarnos de manera íntegra: luz y oscuridad, sin dañarnos, proporcionándonos calma y equilibrio.
Agrimony o Agrimonia, esencia catártica que nos ayuda a mirar nuestra herida interior para poder limpiarla y transmutarla, nos permite liberarnos de la máscara de falsa alegría y poder así expresarnos con auténtica paz.
Crab Apple o Manzano Silvestre, es la flor de la purificación, que nos limpia y depura, nos enseña a aceptar nuestro cuerpo, para poder amarlo tal y como es.
Además, en el sistema F.E.S. Flores de California tenemos:
California Wild Rose, Rosa Silvestre de California, nos ayuda a encontrar la motivación para salir de la indiferencia, aporta vitalidad para salir del aburrimiento y la desidia. Despierta las ganas de vivir. Actúa sobre el chakra corazón.
Blackberry, Zarzamora, nos moviliza, nos dirige a hacia la acción que permite materializar una idea, sacándonos del inmovilismo y de la falta de fuerza de voluntad. Aporta el empuje y la motivación para salir del estado letárgico y concretar los proyectos que tenemos en mente.
Hawthorn, Espino Blanco, nos permite elaborar los duelos, aliviando el dolor causado por la pérdida de un ser querido, nos ayuda a sanar la tensión y la pena extrema y a sobrellevar separaciones extremadamente dolorosas. Equilibra el chakra corazón.
Quince, Membrillo de Flor, desarrolla la fuerza y el poder positivo del amor y las cualidades femeninas. Equilibra el aspecto Yin de la personalidad. Representa la femineidad en armonía, que acepta y vive su aspecto masculino sin endurecerse interiormente. Equilibra el chakra corazón.
Cherry, Flor del Cerezo, ayuda a cultivar la inocencia del corazón y está indicada especialmente para adolescentes cuando entran en la pubertad, para crear una cualidad de alegría y apertura en el corazón asociada a la primavera y a la juventud. Actúa sobre el chakra corazón.
Almond, Flor del Almendro, aviva la capacidad que el corazón tiene de anclar la luz portadora de vida para integrar la encarnación física y el desarrollo espiritual. Aporta la capacidad para encontrar la propia identidad a través de la integración de las realidades física y espiritual.
Por último, hay un grupo de esencias formado íntegramente por rosas: Las Rosas de Percival o Rosas Áureas del sistema de Esencias Florales del Mediterráneo.
Ir a la página de Flores de Bach