Dogwood (Cornejo del Pacífico, Sanguiñuelo del Pacífico)

Fotografía tomada por Sandy Steinman el 30 de marzo de 2014 en California

Nombre botánico: Cornus nuttallii

Signatura: Recibe ese nombre por Thomas Nuttall, un botánico inglés y zoólogo que trabajó en América en el siglo XIX. Esta especie de cornejo nativo del oeste de Norteamérica, es un árbol caducifolio de tamaño pequeño a mediano de la familia de las cornáceas (Cornaceae), que a menudo tiene múltiples troncos y una forma irregular. Las hojas son opuestas, simples ovales. Las flores son individualmente pequeñas y poco llamativas, de 2 a 3 milímetros de ancho, producidas en una cabeza de flor densa, redondeada, de un blanco verdoso de 2 centímetros de diámetro; los grandes «pétalos» blancos son en realidad brácteas, cada hoja mide hasta 7 centímetros de largo y es ancha, lo que se muestra como espectaculares flores blancas. Necesita un suelo fresco, rico, profundo y bien drenado, preferiblemente entre plantas más pequeñas, de modo que a medida que madure pueda alcanzar sus ramas hacia el sol directo. Algunas tribus nativas de California usaban la corteza como un laxante y para provocar el vómito.

Palabras clave:  Rigidez, trauma emocional antiguo profundamente arraigado en el cuerpo, falta de naturalidad.

Del arquetipo de la redención, en el aspecto de purificación y liberación de las viejas heridas.

Dogwood  es para personas que han sufrido abusos y humillaciones a partir de las cuales se han cerrado, creando una coraza defensiva para defenderse de las agresiones y volviéndose desconfiadas. Esta armadura de tensión va envolviendo el cuerpo, que va perdiendo armonía y flexibilidad y se vuelve rígido, poco espontáneo.

El endurecimiento de emociones y actitudes en muchas ocasiones está asociado a un trauma. Las heridas del pasado transforman a algunas personas en rigurosas y duras, insensibles emocionalmente, suelen evitar el contacto físico y nunca muestran sus sentimientos. El rechazo al contacto afecta a las relaciones sexuales, ya que en estas se produce el contacto más íntimo con otro ser humano. También por evitarlo se evita abrazar y dejarse abrazar.

También es útil para los torpes que tienen a menudo accidentes o sufren traumatismos accidentales, para quienes se autolesionan inconscientemente. Para personas autodestructivas.

Esta esencia da amabilidad, suavidad y soltura. La esencia restaura la suavidad y la gracia, especialmente en el cuerpo. Dogwood ablanda y suaviza liberando la rigidez acumulada a través del llanto, para poder desprenderse de la herida de los traumas por abusos vividos en el pasado. Sin embargo, no es una flor catártica, el llanto es dulce y liberador. Ayuda a abrirse, suavizar asperezas y permite demostrar afecto y ternura, ayuda a integrar el amor con el sexo. Ayuda a aprender a ser flexible y espontáneo.

Desde el punto de vista físico, es de mucha ayuda para todas aquellas personas cuya actividad o profesión requiera flexibilidad corporal: gimnastas, bailarines, actores…

A nivel energético, restaura el cuerpo etérico, restaurándolo y desbloqueando la circulación energética. Devuelve el equilibrio al campo electromagnético corporal.

PATRONES DE DESEQUILIBRIO: Autodestructividad, dureza emocional, insensibilidad, rigidez, contención excesiva. Conciencia dolorosa y torpe del cuerpo, herida por abuso o trauma emocional latente que afecta al cuerpo, tendencia a los accidentes.

CONDICIÓN POSITIVA: Movimiento grácil, armonía física y etérica en el cuerpo. Flexibilidad, suavidad, gracia, distensión, tranquilidad, gentileza y soltura.

AFIRMACIONES: Reconecto con mi inocencia perdida, me inundo de pureza para restaurar la gracia y la suavidad en mí. Me permito llorar por el dolor sufrido y así, deshago la coraza que me cubre, para abrirme a la naturalidad. Soy espontánea y flexible, me muevo con agilidad y cuidado. Me amo y me cuido.

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