
Nombre Botánico: Calluna vulgaris.
Signatura: Pertenece a la familia de las Ericaceae y es una arbusto enano de tallos erectos muy ramificados de color pardo rojizo y de hojas diminutas, que puede llegar a medir casi un metro de altura. Las flores son muy pequeñas y nacen de modo espigado a lo largo de la terminación de las delgadas ramas de forma numerosa. Florece desde el verano hasta finales del otoño. El color de las flores es rosa púrpura, aunque existen multitud de variedades en diferentes tonalidades. Este color sugiere equilibrio, protección, empatía, compasión y amabilidad. La planta es completamente solitaria, al igual que las personas que necesitan tomarla, ya que al tener unas raíces muy tupidas no permite espacio para el crecimiento de otras plantas a su alrededor, lo que nos sugiere una cualidad de las personas que la necesitan, que por un mecanismo inconsciente acaparan la atención, no dejando espacio vital a los demás. Se adapta a todo tipo de terreno, incluso a suelos estériles y ácidos, creciendo en todo tipo de altitud sobre el nivel del mar.
Palabras clave: egocentrismo, soledad, falta de escucha.
Las personas que necesitan Heather hablan continuamente de sí mismas, no escuchan a los demás y se enganchan a cualquier persona para contarle sus problemas, sin permitir al otro intervenir en la conversación.
Heather está indicada para aquellos que siempre buscan la compañía de alguien disponible, pues necesitan discutir sus propios asuntos con los demás sin importarles quienes sean. Son muy infelices si tienen que estar solos durante un tiempo.
Doctor Edward Bach.
El doctor Bach clasificó esta flor dentro del grupo de la soledad.
El doctor Bach clasificó a Heather dentro de las esencias a las que denominó: los 7 ayudantes, que venían a complementar a los 12 sanadores. Los 7 ayudantes son: Gorse, Oak, Heather, Rock Water, Olive, Vine, y Wild Oat. Todas ellas son plantas que ayudan a equilibrar su entorno natural.
La persona que necesita Heather es muy demandante de atención, siempre necesita de los cuidados de los demás, siempre buscando oídos que les escuchen, y a menudo, parasitando la energía de quienes le rodean. En este tipo de caracteres suele existir una gran carencia afectiva en la infancia traducido a veces, en auténtica hambre de comida. A partir de dicha carencia se construye ese personaje egoísta que huye de la soledad, aferrándose a cualquiera que esté cerca para contarle su vida, y sin ocurrírsele siquiera, interesarse por la situación de la persona que tienen enfrente. Esto los hace, a menudo, molestos.

La lección que enseña esta flor es la de la buena escucha, tanto hacia los demás (externa) como hacia uno mismo (interna). Ayuda a establecer un auténtico diálogo con los demás. También enseña que para recibir es necesario también dar. Hace comprender que uno no es el centro del mundo, a tener empatía y ponerse en el lugar de los demás.
A nivel físico, buen remedio para la aerofagia, afecciones de boca y dentales. Ayuda a perder peso a quienes comen mucho y con avidez, tanto dulce como salado, y que pueden llegar hasta provocarse enfermedades para no quedarse nunca solos (hipocondria).
A nivel energético, trabaja sobre el chakra sacral (segundo centro de energía).
PATRONES DE DESEQUILIBRIO: Centrado y preocupado sólo en sus actividades cotidianas, enfermedades o tragedias emocionales, las cuales utiliza para atraer atención y amor, manifestando poco interés por los demás. Hablan mucho y escuchan poco. Se autocompadecen y se sienten víctimas. Miedo a la soledad. Egocentrismo.
CONDICIÓN POSITIVA: Saber escuchar, generosidad en la ayuda a los demás, desinterés y comprensión hacia los problemas ajenos. Capacidad de utilizar el propio sufrimiento para establecer lazos de empatía con los demás. Tranquilidad interna y autosuficiencia emocional aunque no sea el centro de atención. Interés por los otros.
AFIRMACIONES: Tengo paz interior y puedo escuchar realmente a los otros. Me nutro desde adentro.
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