¿QUÉ SON?
Las Esencias Áureas son remedios vibracionales, que aunque se relacionan con las esencias florales convencionales, se diferencian de ellas por su potencia y direccionalidad energética. Esta diferencia se debe a los procesos de elaboración, ya que para la elaboración de las esencias áureas se sintetizan tanto protocolos florales convencionales, como protocolos alquímicos. Estos últimos les confieren una resonancia o vibración especial que se denomina “áurea”.
La alquimia busca la transmutación de lo denso a lo sutil a través de la piedra filosofal o sabiduría que permite la comprensión de la esencia de la existencia y su transformación para el logro de lo sublime (solve et coagula). Es decir, un trabajo de evolución que parte de lo material, lo denso, lo transforma y purifica para llegar a la luz, la energía sutil.
UN POCO DE HISTORIA
En la Edad Media existía la creencia de que el oro tratado según un proceso especial, adquiría cualidades energéticas, capaces de liberar un gran poder curativo. Tradicionalmente se conocía este poder como el elixir de la larga vida, con capacidad de curar todas las enfermedades del cuerpo, el alma y el espíritu.
Paracelso lo denominaba la panacea universal. Hoy día, a través del conocimiento de la nueva física y la investigación de la medicina vibracional, se va redescubriendo esta cualidad áurica, tan altamente estimada en la antigüedad. La alquimia se practicaba en Mesopotamia, el Antiguo Egipto, Persia, la India y China, en la Antigua Grecia y el Imperio romano, en el Imperio islámico y después en Europa hasta el siglo XVIII, en una compleja red de escuelas y sistemas filosóficos que abarca al menos 2500 años.
LOS TRES SISTEMAS
Las Esencias Áureas están divididas en tres sistemas de 11 remedios cada uno: Las Flores del Alba, Las Damas Áureas y Las Rosas de Percival. Estos sistemas pueden usarse combinados o de forma separada, puesto que cada uno de ellos es un sistema completo que a la vez se puede complementar con los otros dos.
El enfoque de trabajo de cada uno de los tres sistemas es este:
Las Flores del Alba: Trabajan sobre la memoria celular y busca la coherencia de frecuencias energéticas a nivel celular. Son esencias de equilibrio y restauración, es decir, ayudan a recobrar el equilibrio psicoemocional (salud y bienestar anímicos).
Las Damas Áureas: Actúan sobre los defectos psicológicos (o traumas) y la coherencia de frecuencias energéticas a nivel de las siete áreas mentales. Son esencias de catarsis y autoconocimiento, que posibilitan entrar en otro nivel de valoración y entender otros rangos de consciencia por alcanzar.
Las Rosas de Percival: Trabajan sobre la resonancia inactiva de los fluidos a causa de los defectos psicológicos (creencias, programaciones, traumas…). Son esencias de desprogramación y evolución, que promueven, en función de la propia coherencia interior, una apreciación más profunda de sí.
Las Flores del Alba son sencillas de manejar, se caracterizan por tener las mismas bondades de inocuidad de las esencias florales, y dan excelentes resultados en cualquier tipo de desequilibrio emocional y energético.
Las Damas Áureas y Las Rosas de Percival son igualmente beneficiosas, aunque tienen varios niveles de utilización, por lo que la información completa de su uso es más compleja, y requiere de una formación más extensa y profunda (requiriendo cursos de capacitación específicos).
Las Esencias Áureas no tienen acción o efecto fisiológico alguno y todas las acciones referidas anteriormente son sobre vibración y frecuencias del campo energético.
MODO DE EMPLEO
El uso de las esencias áureas es similar al resto de esencias florales con algunas salvedades:
- Siempre se aplican en dilución, no puras (con excepción de Flor de Lys , Kore y Estrella Iris ).
- Se diluyen 3 gotas por cada 30 ml de solución hidroalcohólica.
- No incluir más de 3 esencias diferentes por cada remedio elaborado.
- Cuando se mezclan con esencias florales convencionales, no cuentan en cuanto a número de esencias a combinar.
- No precisan de armonizadores ni potenciadores.
- Tienen capacidad de auto-recarga energética.
- Debido a la propiedad anterior, son menos vulnerables a las radiaciones externas.
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